El nombre que eligimos para nuestro Criadero rinde tributo a los pueblos originarios de la Tierra del Fuego. Ellos fueron fuertes y respetuosos de la Naturaleza, sobrevivieron al clima extremo, eran hospitalarios y contemplativos. Se permitían exteriorizar su estado de ánimo siempre alegre...
Allí encontramos las coincidencias con mis Gigantes Gentiles. . . Igual que los Terranovas nacieron donde la tierra y el fuego se unen en soledad, donde el viento frío conserva la pureza del mar, donde el cielo reposa en el infito. . ."
En el principio de la Tierra, cuando el mundo era diferente y no había más que oscuridad existía Temáukel. Sobre esa tierra plana se levantaba un cielo bajo que no dejaba saber si más allá había Sol, Luna ni astros. No había luz en nuestro cielo,no había vientos, ni nubes.Una quieta semi oscuridad lo envolvía todo
.
Lo único que existía era Temáukel y esa tierra sin límites, y ese cielo incoloro, inerme y sumido en la penumbra.
Entonces, nacieron las montañas, y de ellas nacieron numerosos ríos; se formaron los ventisqueros y los nevados. El suelo de la tierra dio sus bosques; los Señores Vientos del Sur y del Oeste trajeron los intensos fríos. El firmamento se volvió celeste y traslúcido; se propagaron las hierbas, los animales y la gente...
Por Temaukel cada cosa se acomoda en su lugar preciso, organizándose, que luego el agua fluya en los manantiales y que los bosques sean, para que sirvan de sustento y abrigo.
Los selknam u onas eran parientes cercanos de los aonikenk o tehuelches, que habitaban en la Patagonia, al norte del estrecho de Magallanes. Con ellos tenían una notable semejanza física, de lenguaje y de costumbres. Los varones eran altos con una talla media de 1,8 m, musculosos, corpulentos, anchos de hombros, tez bronceada y de gran agilidad lo que les permitía tener éxito en la caza.
Según sus propias tradiciones y la evidencia lingüística y geológica los primeros selknam fueron techuelches de la Patagonia Continental, que se habrían instalado en la Isla Grande.
Fueron vistos en 1520 por los españoles de Hernando de Magallanes cuando descubrió el estrecho que lleva su nombre y vio las fogatas de los indígenas en las costas, lo que motivo el nombre de Tierra del Fuego a este territorio.
" Ellos fueron nuestra inspiracion y nuestro nombre les rinde tributo." 
Su pelaje, su estructura, su porte imponiendo respeto… Detrás de su gran tamaño, me encontré con un perro dócil, tranquilo, cariñoso, bonachón, alegre, juguetón y sobre todo un gran compañero… Parecería exagerado, pero un gran amigo. Su impresionante vigor, su imponente tamaño y su vitalidad lo convierten en un buen perro custodio, adornado de una cualidad que resulta indiscutible “jamás es agresivo”. Así fue, como después de conocerlos me decidí sin dudar a la maravillosa y placentera tarea de criar terranovas. Junto a ellos aprendí a conocer los requerimientos para su atencion (crecimiento, alimentación, juegos, cuidado del pelo etc.) y poder seguir en el camino de la crianza siendo un criador responsable. También con ellos entré en el mundo de las Exposiciones Caninas, donde me enorgullecieron con sus logros.
Un Terranova es el perro dotado de un carácter excepcional, es increíblemente fiel, amable, y se revela como un compañero ideal para toda la familia, como lo son para la mía. Resulta imposible no estar siempre encantado, con este Hércules, de mirada voluntariosa y de una asombrosa dulzura. Su fuerza y su resistencia solo pueden compararse con su buen humor y amabilidad. Como escribió el poeta ingles George Gordon Byron: “El Terranova posee belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, valor sin fiereza y todas las virtudes del hombre sin ninguno de sus vicios.”